Relacion intestino y sistema inmunitario

      EL INTESTINO Y EL SISTEMA                        INMUNITARIO

Las bacterias intestinales y el intestino producen una activación saludable de nuestras defensas.

La relación entre el intestino y sistema inmune es muy estrecha porque en nuestro intestino delgado es donde se encuentra el 80 % de nuestras defensas.

Cuando el cuerpo detecta sustancias extrañas que lo invaden llamadas “antígenos”, el sistema inmunitario trabaja para reconocerlas y eliminarlas. Los linfocitos B presentes en el tejido linfoide intestinal, se encargan de fabricar anticuerpos. Se trata de unas proteínas especializadas que localizan e inmovilizan a antígenos específicos.

En nuestro intestino se debe producir una tolerancia a las bacterias beneficiosas y no reaccionar ante los antígenos de los alimentos,

Las respuestas inapropiadas contra los antígenos inofensivos presentes en los alimentos o la flora intestinal pueden llevar a desórdenes inflamatorios como la enfermedad celíaca o la enfermedad inflamatoria intestinal (IBD) y también se pueden producir  las alergias alimentarias.

Si la flora que nos coloniza no es la adecuada o lo hace demasiado tarde, los linfocitos no se entrenan correctamente y se pueden desarrollar con más facilidad ataques contra la propia mucosa; enfermedades inflamatorias autoinmunes (colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn), enfermedades inmunitarias a distancia (asma o alergias) o reaccionar con los alimentos que deberían ser bien tolerados (enfermedad celiaca por intolerancia al gluten o alergias alimentarias).

Un perfecto equilibrio entre flora intestinal, mucosa intestinal y la respuesta inmune favorece la barrera intestinal. Un desequilibrio de la flora o de la respuesta inmunitaria intestinal genera la permeabilidad intestinal


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                                                         Relacion del intestino y el sistema inmunitario                                              

Las bacterias intestinales y el intestino producen una activación saludable de nuestras defensas.

La relación entre el intestino y sistema inmune es muy estrecha porque en nuestro intestino delgado es donde se encuentra el 80 % de nuestras defensas.

Cuando el cuerpo detecta sustancias extrañas que lo invaden llamadas “antígenos”, el sistema inmunitario trabaja para reconocerlas y eliminarlas. Los linfocitos B presentes en el tejido linfoide intestinal, se encargan de fabricar anticuerpos. Se trata de unas proteínas especializadas que localizan e inmovilizan a antígenos específicos.

En nuestro intestino se debe producir una tolerancia a las bacterias beneficiosas y no reaccionar ante los antígenos de los alimentos,

Las respuestas inapropiadas contra los antígenos inofensivos presentes en los alimentos o la flora intestinal pueden llevar a desórdenes inflamatorios como la enfermedad celíaca o la enfermedad inflamatoria intestinal (IBD) y también se pueden producir  las alergias alimentarias.

Si la flora que nos coloniza no es la adecuada o lo hace demasiado tarde, los linfocitos no se entrenan correctamente y se pueden desarrollar con más facilidad ataques contra la propia mucosa; enfermedades inflamatorias autoinmunes (colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn), enfermedades inmunitarias a distancia (asma o alergias) o reaccionar con los alimentos que deberían ser bien tolerados (enfermedad celiaca por intolerancia al gluten o alergias alimentarias).

Un perfecto equilibrio entre flora intestinal, mucosa intestinal y la respuesta inmune favorece la barrera intestinal. Un desequilibrio de la flora o de la respuesta inmunitaria intestinal genera la permeabilidad intestinal

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